En cada taller empezamos con ejercicios corporales y respiratorios.
Luego hacemos ejercicios vocales para trabajar con la respiración, la afinación y el registro.
Y después cantamos la canción elegida.
Las canciones son elegidas por cada uno. Yo también puedo proponer alguna, pero lo importante es que le guste a quién la va a cantar.
Nos acompañamos con piano, guitarra o pistas.
Suele ocurrir que al tener instrumentos acá, también se interesan por aprender nociones básicas para acompañarse con el piano, por ejemplo.
Una vez ya incorporadas las nociones básicas de respiración, afinación, ritmo; probamos cantar con el micrófono.
También cuando cada uno quiera y ya tenga una canción bien ejercitada podemos grabarla en formato audio.
Éstas grabaciones nos sirven cómo muestra y también cómo registro para escuchar y mejorar lo que falta.
Esta es la descripsión de lo que suele darse en el proceso de taller.
Pero el proceso es personal, lo construimos entre los dos. La idea es que cada uno elija y vaya descubriendo qué y cómo. No es obligatorio cantar con micrófono, ni acompañarse con instrumentos; ni grabar las canciones.
Lo importante es que disfruten y descubran su voz y las posibilidades que tienen con ella.
Yo acompaño y guío ese proceso.
